jueves

Un Año Sin Televisión

En esta entrada nuevamente vamos en contra de la propuesta al hablar de una serie en lugar de una película. Pero tengo más que buenos motivos, a través de este pobre y poco propagandeado* blog quiero dar mi grano de arena para hacer saber de esta serie... no, esperen, ¿cómo se llama cuando uno se engancha a algo famoso para volverse famoso? ¿Rial? Bueno, como sea, estoy hablando de Un Año Sin Televisión.

En realidad cuando digo que es conocida me estoy limitando a La Plata, la ciudad de origen de esta serie. Los jovenzuelos de Tangram Producciones tienen más de un trabajo interesante bajo su ala, desde shows en vivo a pilotos de televisión, pasando por cortos y videoclips en ese aletazo, ya que estamos con esa metáfora. Un link a su blog puede hablar más que yo del tema. Pero el número de fans de facebook habla de una sola ciudad detrás de esta gente y en especial de la serie por internet en cuestión, que es una pena en parte porque no es un producto que se sienta atado a una ciudad en particular y porque realmente merece que se conozca más, no digo que sea algo que se vaya a lograr gracias a este blog (vean primer asterisco) pero es un grano de arena al menos.


Y tenemos un título.

La serie es una comedia, y justamente en ese elemento es donde más me voy a centrar porque es lo que te hace volver. El estilo se podría considerar una cruza de sitcom con comedia argentina, escapando de la bizarrada que es el 80% del humor argentino por la escuela chachacha y de la “comedia de la vida” que le robamos a los tanos en cosas como Esperando la Carroza. Se podría decir que hay cierta neutralidad por más argentina que sea en el corazón la serie; los chistes tienen estructura (pie, desarrollo y remate), los temas son cotidianos (la mala suerte, las relaciones amorosas, las drogas) y las referencias a otras películas no requieren amplio conocimiento (Pulp Fiction, E.T., La Ventana Indiscreta). El estilo de comedia se basa principalmente en el absurdo de la forma de ser de los personajes, todos bastante queribles en su propia forma (nótese que yo encuentro queribles a los personajes de It’s Always Sunny in Philadelphia, así que mi criterio puede fallar), y todos armados lo suficientemente completos y compensados mutuamente como para que tenerlos en una misma habitación lleve al humor naturalmente. Además no se casa con ningún tipo de chistes, hay humor visual que roza el cut away gag, ruptura de la cuarta pared, burlas al género, ridiculeces, juegos con lo que uno espera... TVTropes** tendría un día de fiesta con esta serie.

Ah, y mi mamá se murió ahí no más.
Otro elemento muy importante del humor de UAST es esa técnica que tan bien sabía usar Leslie Nielsen, lo que yo llamo ametralladora de chistes. Si el primer chiste no te causo gracia, el que vino un segundo después lo va a hacer, pero tranquilo que si no en medio segundo hay algo cómico pasando de fondo, y antes de que termine va a haber una continuación sobre el chiste inicial. Personalmente encuentro esto como una de las claves para algo masivamente atractivo en la comedia, si la gente para el video para reirse de un chiste sin perderse el resto, estás hecho, mi amigo.

Estéticamente la serie apunta un poco al indie americano, con colores saturados y todo al borde de la sobre exposición. Aunque puede ser una impresión accidental que yo haya enganchado, porque también es claro que la estética va de la mano con la ligereza de espiritu de todo. La serie, por más comica o no que sea, es alegre. Se siente feliz en los colores, en las cosas que decoran el espacio (múltiples posters de la historieta de Scott Pilgrim es, cuando no una declaración de estilo, una referencia que me re cabió), en los peinados, en la música... si, en todo, se entendió.

Una práctica que uno adquiere al ver ese cine lento y artístico que la gente llama aburrido y los esnobs llamamos profundo, es prestar atención a los detalles y considerar el por qué de las elecciones hechas detrás de cámara. Siendo esta una serie hecha por estudiantes de cine creo que tiene cierto sentido aplicar el mismo criterio, y de todas las cosas que se pueden percibir e interpretar así hay un pequeño detalle en el que me gustaría quedarme y asociar con lo que mencionaba antes: los efectos de sonido.
Cosas como el “wuuuush” para acompañar la cámara en movimiento o un “fuuuiii”*** de flauta cuando alguien se acerca fortuitamente, en cierto sentido similares al uso de los sonidos en los cortos de Bugs Bunny y la Warner en general. Esas cosas van perfecto con la ligereza de espiritu que mencionaba, le dan un cierto infantilismo a la situación y nos habilita a nosotros, adultos serios y maduros, a reírnos de las cosas pelotudas. Les podrá parecer un detalle más, pero el cerebro registra esas cosas a un nivel subconsciente y condiciona nuestra respuesta. Y por más deprimente que sea saber que cuando uno ve una película en realidad hay montones de estrategias en juego que se fuerzan en tu cabeza como ese tipo que se metió en tu casa y orinó en todas las fotos de la abuela, es una realidad. Y hay que admitir que estos flacos lo hacen bien.

A diferencia del sospechoso y poco legal link de descarga que normalmente asocio a esta página completamente seria y amante de la ley (¿leyó eso señor de la CIA? Le juro que está todo bien si saca la camioneta de vigilancia de la esquina); esta vez voy a poner directamente la página de la serie.
http://www.unañosintelevision.com.ar
Y si te pisó un camión y perdiste uso de la mano derecha y el cacho del cerebro que sirve para observar contornos, acá está el primer capítulo
http://www.unañosintelevision.com.ar/episodio1.html
Y... tenés una barra al costado para ver los otros... ¿querés que te cambie el pañal o algo? Porque tengo muchos fetiches, pero justo eso no me va.


*En el sentido de que ustedes son pésimos haciéndome viral. Vamos, vamos, no los veo avisando en facebook y juntando amigos! Para cuando el fanclub?! Van a dejar que nos humille la boluda esa de Friday?

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***Es jodidamente difícil onomatopeyar. Por suerte no me dedico a la historieta...

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