jueves

Take Aim at the Police Van

Este es la imagen más grande que conseguí, perdón.

Esta es la primer entrada de mi improvisada semana de policiales. Pienso pasar cronológicamente por las películas que vi. Y justamente el lunes pasado empecé esto con Take Aim at the Police Van, un policial japonés proto noir y proto nouvelle vague japonesa.

Cuando le hablé a gente de esta película mantuve la técnica de enumerar el siguiente listado de sucesos:

Un camión con presos camino a ser liberados es frenado y tiroteado por un francotirador matando dos presos, el guarda cárcel encargado es suspendido por seis meses (imagino que con sueldo), decide tomar por mano propia la investigación de esos asesinatos, busca la casa de uno de los presos y lo mandan a un bar, en el bar usa sus habilidades detectivescas para descubrir que está ahí el tipo y averigua sobre un bar de stripers, descubre una fotografía de una mujer que cruzaron con el camión y la conecta con una casa de citas camuflada, nuevamente usa sus habilidades para que lo lleven con las chicas pero cuando está por verlas una es asesinada de un flechazo al corazón (que dije asesinada, no enamorada!), presiona al encargado y descubre la organización que mueve a las prostis. Luego de decir TODO eso, aclaro: pasaron quince minutos de película.



Que le apunte a qué? Ah, sí, la policía y eso.
Sí, esto es hipercompresión como pocas veces he visto. Moderadamente bien utilizada. La película sabe dedicar su tiempo a situaciones que atmosféricamente lo merezcan o requieran, pero para tener muchas cosas pasando, y dedicarle tiempo a crear atmósfera, el lugar que le queda para resumir es justamente la investigación, una parte un toque importante en una película sobre una investigación. Por momentos nuestro héroe depende un poco mucho del azar, o realiza saltos de lógica un tanto imaginativos acertando siempre.

Un punto muy a favor de esta película y otros policiales japoneses que trataré en los próximos días, es que no hay un código Hays detrás de esto. Para quienes no lo sepan, ese era un código de autocensura nacido en los treinta norteamericanos. La idea era mantener la decencia y el espíritu americano en las películas con cosas totalmente logias como: Si alguien comete un crimen debe ser castigado al final pero no puede ser asesinado sino que tiene que recibir un juicio justo y terminar en la silla eléctrica (y eso se tiene que mostrar en la película), los besos no pueden ser con la boca abierta, las parejas tienen que dormir en camas separadas, las peles a puño limpio no pueden durar más de dos golpes, las relaciones románticas deben ser no sólo heterosexuales sino que castas hasta el matrimonio. Empiezan a ver el patrón? Un ejemplo: La primer versión de El Halcón Maltés fue prohibida porque comenzaba con una dama en la oficina de Marlowe arreglándose las medias, cosa que sugería que no las tenía puestas antes, cosa que sugería que habían tenido sexo no marital antes de que empezara la película. Obviamente es lógico prohibir esa película.

Muestra las piernas? Que es esto? Pornografía?
Mientras tanto, en Japón, una prosti es asesinada en plano mientras baila desnuda, y un asesino a sueldo pata a golpes a la competencia y se limpia la sangre del zapato en la cara de uno de sus enemigos. Digamos que los ponjas tenían más libertades a la hora de hacer que algo se veo duro y sensual.

Ahora, hay dos preguntas del millón con respecto a esta película, la primera para los artisticones y la segunda para los clasicones o amantes del cine de género (si otra pregunta te pareció más importante, envía un correo a mechupaunhuevo@yoescriboloquequiero.com.hc [hc es por hardcore, because I’m fucking hard core, boy])

¿Es esto parte de la nuberu bagu, osea la nouvelle vague japonesa? En primer lugar debería quitarte tu licencia de snob si no sabés que la nuberu bagu es un invento comercial. SIN EMBARGO, es cierto que hay una serie de características comunes a los films de este período y, si lo mirás con cariño y por un par de días, puede que encuentres asociaciones medio forzadas con la nouvelle vague. En ese marco esta película funciona hasta cierto punto, sin embargo el autor nunca fue asociado al “movimiento” y las conexiones de estilo son sencillamente por ser contemporáneos. De hecho, el estilo de esta película es más que nada la estética propia de Seijun Suzuki. Si vieran Pistol Opera, su última película y otra para tratar en el blog, notarían que es una cosa propia y que sencillamente su estilo es brutalmente sesentoso.

Y la otra pregunta: ¿Es esto realmente noir? Bueno, sí y no. Por más que me guste hacer una defensa da como la inexistencia de un código Hays es vital para un noir como dios manda, esta película no termina de tomar todas las características del género. Principalmente, la carencia de un héroe con una posición moral gris. Nuestro héroe no sólo es un santo, sino que cree que cada persona tiene bondad y que nadie es malo a propósito. Si bien uno podría argumentar que esto es más realista, y que todo el punto de tener personajes ambiguos era ser realista, tristemente no. El noir depende de que nuestro héroe sea un toque hijo de puta. Y para eso tenemos la siguiente película a tratar*.

Acá dejo el link para un torrent de esta película y otras, alguna de estas va a ser parte también de mi semana de policiales. De nuevo Asian Torrents.
http://www.asiatorrents.com/index.php?page=torrent-details&id=61d9f9f81fa80bb4378123d5a78c4abf60c27ab0
Subtitulos en inglés. No es como si me pagaran por traducirlos.

*Que la voy a subir cuando se me de la gana, por supuesto. Tampoco les voy a decir cuál es.


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